¿Podrianos cambiar la pagina?


Cuando escribo, deseo.
Deseo que todo no sea mas que un pequeño jardin que cuelga de mis ojos, y se balancea al viento tibio de la memoria.
Espero no desaparecer.
Te espero.



domingo, 21 de noviembre de 2010

Celos

Unto el día en la cobija de los pájaros,
arena de otro poema que me entibia
con la certeza
de la prisión habitual;
la que da a otra ternura
que se ahonda hasta desencadenar quillas.
Océano perturbado
por la sangre,
perdonavidas en el amplio solsticio de los parpados;
acaso sé si llegó la hora de tu mirada,
la que cercena inutilidad,
la que crece
en la pronunciación de tus mejillas;
la que, y a la hora de las manos,
aletea
en la profundidad de un espejo.
Y mis celos tienen el tamaño de una pregunta,
la risa de un pez en el aire,
la codicia de las torres de marfil en el cuello del sol.
Y mis celos amamantan el movimiento crudo del reloj,
las pulgadas en que se mide exacta la muerte,
los escenarios sorprendentes del sollozo.
Merezco otro planeta,
otro lugar,
en donde desvanecerse lentamente,
inclinando mis cenizas
hasta encerrar en un resplandor
el angosto siseo del destino.

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