¿Podrianos cambiar la pagina?


Cuando escribo, deseo.
Deseo que todo no sea mas que un pequeño jardin que cuelga de mis ojos, y se balancea al viento tibio de la memoria.
Espero no desaparecer.
Te espero.



viernes, 29 de octubre de 2010

En el Ombligo

Quizás no debiera inmiscuirme en tus asuntos.
Es tal la brisa de ligera
que ansío una llovizna
intermitente,
timbres tocados en noches calurosas,
mientras las sabanas se escurren
y dejan al descubierto
ballenas blancas en mares filosos.
Y sin embargo, la embriaguez
monta mis refugios,
embarra los patios,
amamanta fieras lunas de tergopol,
y avanza arrollando
mis poros y mis venas.
Y esas lluvias que se hacen desear
porque tocan sus arpas
lejos,
en las montañas verdes de detrás
del cuello.
Quizás no debiera verte sonreír,
y abalanzarme
cubriendo mi cabeza con el casco,
y en derredor,
las balas salpican
con murmullo
picando avispas en el cuello y los brazos,
dejando una mancha roja
con pequeñas aureolas;
el ejemplo de saturno y sus anillos,
y un anillo deslizándose
en el dedo en donde
mucho después, tanto que no recuerdo bien,
estuvimos compartiendo un jardín
pequeño, y las ganas de amarnos,
pero eso quedo allí,
en el borde desgastado del espejo.

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