Cuando escribo, deseo. Deseo que todo no sea mas que un pequeño jardin que cuelga de mis ojos, y se balancea al viento tibio de la memoria. Espero no desaparecer. Te espero.
domingo, 24 de abril de 2011
Bajo ciertas condiciones, uno no tiene que abdicar; abandonar el reino ante la calamidad mas cierta, irse, en cierta forma, con sus cosas a otra parte y dejar todo lo que ama, incluso a si mismo, abandonado a su suerte.
Me llevo tu poesía allá, muy lejos...
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